La desgraciada muerte por sobredosis de Tobias White, se está convirtiendo en mas que un quebradero de cabeza para guardias civiles y cargos de UniónGC. En el mes de julio, el hermano pequeño del «rey de la marihuana terapéutica», falleció cinco días después de protagonizar un incidente de orden público en Magaluf, de madrugada y dentro de una discoteca, donde se enfrentó primero a vigilantes y después a guardias civiles. Dicho fallecimiento, que esta siendo investigado por un juzgado de instrucción de Palma de Mallorca, se debió según la primera autopsia, a una sobredosis de varias drogas, alguna de ellas aun no muy conocida en territorio español.
No contentos con las investigaciones independientes de la autoridad judicial, la familia y el entorno del británico Tobias White, quizás movidos por el dolor y seguramente por su inmensa fortuna, el sentimiento de venganza y la sinrazón, iniciaron una campaña en redes sociales y medios de comunicación, dirigida única y exclusivamente a identificar con nombre y apellidos a los guardias civiles participantes, y posteriormente a amedrentar a los cargos de UniónGC que salieron en su defensa, colgando públicamente sus datos personales y su imagen, con un mensaje muy claro: «Vamos a por vosotros».
Desde Unión de Guardias Civiles, ya hemos dejado claro anteriormente, que el dinero y las prácticas mafiosas utilizadas en este caso, no nos van a hacer retroceder en nuestra labor de defensa de los guardias civiles. España es una democracia con un sistema judicial profesional e independiente, y el Sr. Maximilian White dispone de una inmensa fortuna, que bien podría utilizar en contratar los servicios de abogados, peritos, y forenses, para defender desde la legalidad sus intereses propios, y no para alimentar redes sociales llenas de amenazas y coacciones contra guardias civiles y sus representantes.
Por otro lado, seguimos esperando que desde la Dirección General de la Guardia Civil, alguien se posicione en defensa de la justicia y de la callada, y en ocasiones pesada labor de guardias civiles y tribunales, protegiendo la intimidad, la seguridad y el buen nombre de los guardias civiles afectados.