Unión de Guardias Civiles – UniónGC estuvo presente en la plataforma ciudadana por la equiparación salarial de los guardias civiles  #NoSomosMenos, embrión de la posterior #UnidosXLaEquiparación, en la cual se aunaron fuerzas entre asociaciones de guardias civiles y sindicatos de policía para reclamar la equiparación salarial de la FyCSE con los cuerpos autonómicos.

En ambos movimientos se hicieron declaraciones públicas, concentraciones y manifestaciones, reuniones informativas con partidos políticos del arco parlamentario y se trató de atraer la atención de la sociedad a través de la prensa y las redes sociales.

De esta última, y gracias en parte a los incidentes del 1 O en Cataluña, partieron las reuniones bilaterales con el Gobierno a través de su Ministerio del Interior.

Un hito histórico, ya que las FyCS no tenemos reconocido el derecho de negociación colectiva, entre otros.

Por primera vez, un gobierno se sentaba en una mesa para tratar temas económicos con guardias civiles y policías.

 

Tras las diversas mesas, negociaciones, idas y venidas, presiones internas y externas, JUSAPOL, funcionarios de prisiones, médicos, nos dimos cuenta que tan importante era el Gobierno en esta mesa, como la CECIR, organismo que una y otra vez obligaba a volver a negociar detalles, pues legalmente no se podían hacer como a veces se proponía.

Cuando teníamos cerrado un capítulo de forma satisfactoria, llegaba la CECIR y había que empezar de nuevo, buscando otro camino para hacer llegar el dinero a las nóminas de nuestros compañeros.

Cierto es que hubo errores, se deben reconocer para no volver a caer, pero no es menos cierto que se firmó un gran acuerdo, que ha incrementado en 807 millones de euros a nuestros salarios y tiene previstos otros 300 millones para nuestros compañeros en reserva y segunda actividad.

La firma de este acuerdo, bueno para los compañeros que están en activo, ha hecho pagar a quienes lo firmamos y a nuestras organizaciones, un alto e injusto precio, al ser combatido con mensajes populistas, de quienes ni siquiera le han explicado a nuestros retirados que su salario no se puede negociar con el Ministerio del Interior, que tiene que entrar en juego Hacienda. Que depende de la base de cotización, que este problema está solucionado desde el año 2011, pues desde este año los guardias civiles cotizan a la Seguridad Social y quienes ingresaron e ingresen posteriormente a esta fecha, cobrarán la misma jubilación que el resto de funcionarios de la AGE de su mismo nivel.

Tampoco enseñaron en qué informes basaron su petición de 1.500 millones de euros, pero quienes firmamos el acuerdo, sí garantizamos que una auditoria, que aún reclamamos, nos dé la cifra exacta.

El acuerdo respecto a los compañeros en reserva y segunda actividad se cerró con un presupuesto para crear catálogo de estas situaciones administrativas, y no se pudo cerrar de otra forma, pues el Gobierno lo dejó muy claro: «No puede cobrar los mismo alguien que trabaja, que el que no»; de hacerlo  de otra forma, este punto hubiera sido muy difícil de explicar a una sociedad que empezaba a movilizarse por aumentos salariales y de pensiones.

El 8 de septiembre nació una intención: La intención de impulsar aquellos puntos del acuerdo de equiparación salarial que aún no se han cumplido, de hacerlo desde el perdón, sin volver a cometer los mismo errores, desde la unión sin afán de protagonismo y con el único objetivo puesto en obtener para nuestros compañeros aquello que aun anhelan, la equiparación efectiva con los Mossos de Esquadra.

Unión de Guardias Civiles estuvo allí representada, tomando parte activa y critica de una reunión, que aun siendo la primera y no tomando acuerdos grandilocuentes, si fue esperanzadora, y terminó con el compromiso de intentar unir a todos los compañeros y trabajar por el bien común.